AVISO: Las Autoridades Sanitarias Blogueras advierten que Dinámica Social y Otros Tipos de Interés puede producir felicidad, diversión, ira, reflexión, ganas de mandar a la mierda a alguien y/o aburrimiento aleatoriamente. Por favor, lea con moderación

domingo, 30 de noviembre de 2008

Estados de Ánimo: Intuición Vs. Reflexión


"Reflexionando, se aumenta la desgracia y se aminora la felicidad" (Confucio), "La Razón es el pequeño punto que pone fin a los instintos y da comienzo a la locura" (Anónimo), "Más vale prevenir que curar" (Refrán popular), "La razón sirve mucho más para justificar la conducta que para dirigirla" (Gustavo Lebon), "Sólo se vive una vez", "Piensa antes de actuar", "Carpe Diem"... La vida está llena de mensajes contradictorios que enfrentan continuamente dos aspectos innatos del ser humano: La intuición contra la reflexión. Es lo bonito y lo odioso de la vida, que es relativa (¡qué fácil y tremendamente aburrida que sería la vida si supiéramos qué hacer exactamente en cada momento para lograr nuestros propósitos!). Por eso nos dejamos llevar por una o por otra dependiendo de cómo nos sintamos.

Generalmente se relaciona a una persona que reacciona instintivamente con la presencia de seguridad, extroversión, despreocupación y una alta autoestima. Básicamente no le da muchas vueltas a las cosas porque se la sopla. Mientras que una persona reflexiva es alguien frío, calculador, introvertido, preocupado por las consecuencias de sus acciones y, en general, temeroso de que las cosas le salgan mal. He aquí la razón por la que divaga tanto a la hora de actuar, buscando la solución perfecta a un conflicto. Seguro que usted, lector, reconoce ambas conductas por pura experiencia. Porque uno puede inclinarse más por una cosa que por la otra, pero siempre dependerá de la magnitud del conflicto al que nos enfrentamos, y su importancia en nuestra vida. No es lo mismo decidir entre un yogurt natural y uno bífidus que decidir qué hacer en una relación amorosa. Depende, todo depende, como decía Jarabe de Palo. Generalmente, se tiende a la intuición cuando algo no nos importa demasiado y a la reflexión cuando es algo verdaderamente importante. En cuanto a la Dinámica Social, yo no estaría de acuerdo con esto. Para mí uno debería guiarse por sus intuiciones.

Intuición ---------------------------------------------------------------------- Reflexión
< sistema de valores >

He aquí la razón de la encuesta acerca de las preferencias de cada uno a la hora de actuar. Intuición o Reflexión? La encuesta se saldó con una participación histórica en este blog, con la cantidad de 9 votos acumulados (ains...). En ella, la intuición le daba un abrumador repaso a la reflexión a la hora de actuar (8 a 1) y, la verdad, me alegro del resultado. Para diferenciar mi posición en este tema, he de decir que, en cuestión de relaciones sociales, la reflexión es una mierda, porque a menudo lleva a equívocos. De cara a la gente hay que ser intuitivo, rápido, seguro. Ser uno mismo.
Dicen que uno nunca puede equivocarse si ha llegado a donde ha llegado razonando. En este tema de las relaciones sociales esta afirmación cojea. Imaginemos a un chavalín tímido cuya familia se ha mudado de ciudad y ahora tiene que integrarse en el colegio. Por desgracia, en su clase los grupos están muy definidos y chocan con la personalidad del chico. Razonando, podríamos deducir que si el chaval quiere encajar en alguno de los grupos debe amoldarse a uno de ellos, así de primeras. Con el tiempo, peloteando a los colegas, hablando de cosas que ni le van ni le vienen ni le interesan y, en definitiva, rebajándose a ser alguien que no es se terminará haciendo con un hueco en la manada. Una vez asegurado dicho hueco, empezará a mostrarse tal y como es, cuando tenga la seguridad de que su sitio en el grupo no peligra. Estoy harto de verlo. Lo he visto así de veces (manos hacia arriba haciendo el gesto de "mucho"). Pues bien, analizando el ejemplo podemos concluir:

- El chaval tiene un sistema de valores en el que da importancia a cosas ínfimas como "encajar", ser uno más, por delante de su propia personalidad y dignidad. Seguro que la adaptación al grupo ha sido desagradable al hacer cosas que en realidad no le gustaba hacer. Así demuestra inseguridad y una baja autoestima.

- Una vez se ha hecho con su sitio, ha comenzado a mostrar su verdadera personalidad (lo que llamaríamos "perder la timidez"). Si, desde un primer momento, el chaval hubiese sido el mismo, acorde a sus instintos, seguramente en el primer día ya tendría 3 o 4 amigos. Es así porque los seres humanos sentimos curiosidad y a veces incluso admiración por alguien que parece no necesitarnos para nada, por alguien autosuficiente. Nos transmite seguridad y por eso tendemos a acercarnos a él/ella. No lo digo yo, lo diría cualquier colegio de psicólogos.

Dice el libraco gordo de la RAE:

intuición.

(Del lat. mediev. intuitĭo, -ōnis).

1. f. Facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento.
(...)
4. f. Fil. Percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien la tiene.



reflexión: Acción o efecto de...

...reflexionar. 1. intr. Considerar nueva o detenidamente algo.

Ahora, venga: cuál os gusta más? eh? eh? Después de haber estado buscando frases sobre este tema (al principio de la entrada) y haber leído las definiciones, me quedo con la de la intuición. Me gusta la osadía, el descaro y la prepotencia que emana de la misma definición. La seguridad que transmite. A fin de cuentas, si tú intuyes (o comprendes instantáneamente) algo, para qué reflexionar (o considerarlo nueva y/o detenidamente) antes de actuar en consecuencia? Porque si se reflexiona es porque no se tiene claro que todo va a salir bien.

Bueno, una vez dejada clara la relación que yo veo entre las formas de actuar y los estados de ánimo (la cual espero que genere polémica, porque si no es aburridísimo escribir estos ensayos... :) ) terminaré comentando un par de cosas:
Lo primero, es que si hay alguna regla universal que se carga la relatividad de esta vida es que las posturas, sean cuales sean, llevadas a extremos nunca son beneficiosas (cuando digo posturas me refiero principalmente a planteamientos). Claro que la intuición tiene sus pegas, sobretodo si dejas actuar instintivamente a un psicópata; y claro que reflexionar no está tan mal, sobretodo si eres presidente del gobierno y tus decisiones afectan a millones de personas. La libertad de un individuo termina donde empieza la de otro. Para que algo funcione debe estar en equilibrio.
Y por último, quiero finalizar la entrada con mis experiencias personales. A mí, la verdad, me va mejor desde que incliné la balanza a favor de la intuición, si no no os contaría este tostón. Hay que tener cuidado con tanta reflexión (o como se conoce en el argot popular "comerse la cabeza") porque en exceso te termina pudriendo. Todo el día formulando hipótesis y llegando a creértelas, da igual sobre qué, gente, trabajo, amor... olvidando que son sólo eso, hipótesis. Además, cuando uno actúa por instinto y se equivoca, no le fastidia tanto como si hubiera estado horas y horas pensando que hacer para que luego le salga mal.

Siempre he dicho que la ignorancia es la base de la felicidad, y qué razón tengo. Me encantaría ser un ignorante (quiero decir, más todavía) para no tener tanto en qué pensar. Tanto por lo que, a veces, sufrir. Tanto por lo que, alguna vez al mes, escribir en el blog ;).

viernes, 21 de noviembre de 2008

C/Melancolía, nº2008

Hay veces que lamento no ser un pez para no andar acordándome tanto de las cosas. Imaginaos: 3 segundos de memoria y... ¡puf! ya está. Y es que yo, cuando recuerdo cosas que echo de menos me pongo tristón, mireusté. Sin llorar, eh? Porque yo soy (TODOS A CORO) "UN MACHOTE!" Eeeso es. Porque soy de darle muchas vueltas a la cabeza, como la niña del exorcista. Intento darle un tono cómico para encajar mejor el golpe, es un mecanismo de defensa, pero en realidad me molesta mucho que por causas ajenas a mi voluntad no pueda estar ahora en otro lugar. Alguna vez os ha pasado? Seguro. Iba hace poco caminando por una calle, larga como la vida misma y bastante oscurecida, debido a que la mayoría de sus farolas estaban fundidas. Cada vez que pasaba por alguna de ellas esa ausencia de luz me hacía recordar las cosas que me estoy perdiendo en este instante, allí en mi mini-piso perdido de la mano de Dios y conectado con el mundo a través de líneas urbanas de autobús. Aquel en el que el timbre sonaba chirriante por la mañana, debido a las muchas, muchas veces que mis amigos tenían que llamar para despertarme. El sonido del timbre traía a gente diferente cada día. Unos días era Rafa, con ese acento pacense-andaluz cuando decía: "tuuuuuuuuuuuuú!, 'amos a echarnos un café en los bancos, que ha salido el sol tio! y la "malfollá" está en la ventana mirando!". El puto Rafa. Una vez formó parte de una operación de infiltración en mi casa junto con otros personajes. La cosa fue así: dado mi sueño muy, muy profundo y a que el timbre estaba fundido de tanto llamar (verídico), los colegas que habían venido a mi piso a por ¡un juego! se colaron por mi ventana para hacerse con él. Increíble. Qué grande eres, mamonazo!

Subiendo las escaleras hacia la primera planta siempre había ruido. Unos días era música, generalmente heavy (salvo cuando dejaban poner a Sara alguna de sus cancioncillas pihippies ^^), otros era sonidos de microondas o freídoras (estando Juanan siempre detrás de ellos... qué apetito tienes, tio!) y otros, simplemente, los chillidos dementes de Javi jugando con su espada de gomaespuma. Cuando subía siempre procuraba darle un susto a Sara, esa canija increíblemente adorable, con una vocecilla muy dulce e injustamente víctima de bromas Juananescas o Agustinas. Su ingenuidad era una mina, aunque el último año mejoró bastante, y ya nos pillaba enseguida cuando intentábamos tomarla el pelo. También estaba Javi, personaje difícil de conocer por estos lares con una personalidad arrolladora y una barba a menudo mal cuidada (que te voy a decir yo de barbas, Javi... :) ), con el que tenía un saludo secreto a medio inventar y con el que me batía a golpes en la panza hasta que sacaba su ya mencionada espada, con la que no me quedaba otro remedio que huir.

Cuando entraba en el piso de Sara, también conocido como la "cafeta" por ser el lugar ideal para tomar café (tenía una jarra con forma de vaquita! que pijilla que era!), a veces me encontraba al personaje más gracioso que he tenido el gusto de conocer después de Micky Nadal. "Ese Isma!" "Heeeey Agu! Pregúntale a Sara por qué se ha roto una de las patas de su cama... jajaja" Isma es experto en burradas. No hay forma alguna de evitar reírse con él, y si lo intentas se ríe él, y te pega la risa. Lo tiene tó pensado, el tio. Cómo echo de menos a alguien que entienda mis burradas, Isma! jajaja.

Después del café, tenía costumbre de ir a clas... es broma! Tenía costumbre de echar una partidilla de ordenador con el Lord Kai, ese genio del manga que nunca se planteó medir sus palabras cuando estábamos comiendo (tú sabes lo que digo, Juanan ^^) y a menudo mi confidente. Nunca se lo hemos dicho a nadie, pero una vez él, Javi, Yibian y yo jugamos una partida de 9 h al Age of Empires II. Es un secreto, guárdenmelo :). Juanan tio, que vidorra nos hubiésemos pegado tú y yo este año, con novatas nuevas y un futbolín... qué más se puede pedir? xD Seguro que has dicho algo de Japón ^^.

A veces, cuando me aburría o tenía ganas de tocarle las narices a alguien, me iba al piso de Sarutxy, alias Sara "la de música" (te lo contamos alguna vez, Sarutxy?). Bueno, esos no eran mis únicos motivos, otras veces iba para ver cómo estaba o tener una charla inteligente (o no te acuerdas que me iba con el tabaco y la taza de café para tu casa? para tocarle las narices a alguien no me hace falta café...^^) con ella. Sara tenía algo de especial, y es que siempre ha sido muy (voz pija) "recatada", y eso le daba mucho encanto, pero a veces me pegaba por soltar una burrada. A mí y a Isma, claro. Las burradas siempre iban de dos en dos. Ella me prometió un bol de gazpacho y unas tortitas, y todavía no me ha hecho ninguna de las dos cosas. No sé cómo no le da vergüenza... :).

De 60 mini-pisos que allí hay saqué muchas historias, muchos conocimientos, y muchos amigos que aprecio , aunque a algunos no los mencione aquí más detalladamente. Nacho, Jesús, Estrella, (que sí Esme, que sí) Lidya, Eloy (alias "la pareja del año")... mucha gente encantadora.

La calle oscura se terminó y la luz volvió a la acera. Miré al frente, esbocé una sonrisa y seguí mi camino.

OS ECHO DE MENOS, GENTE! NOS VEMOS PRONTO!

jueves, 20 de noviembre de 2008

No nos digamos "adiós"... sólo "hasta luego"

Quiero dedicarte esta entrada porque durante estos meses has estado muy presente en mi vida. Hemos ido juntos a todos lados, nos hemos duchado juntos, hemos dormido juntos... en los momentos más tensos y pensativos, ahí estabas tú para poder acariciarte. Siempre estabas ahí. Pero últimamente las cosas no nos han ido demasiado bien, y tú lo sabes. Siempre me picabas cada vez que besaba a otras mujeres, has aumentado bastante de tamaño hasta un punto de ponerte fea, con lo bonita que eras cuando estabas más estilizada. E incluso has puesto a mi familia contra tí. Ellos dicen que contigo parezco un inmaduro, un hippie y que jamás encontraré un trabajo decente si sigo contigo. Y no puedo seguir así. De verdad, me entristeció la idea de tener que deshacerme de tí, pero tuve que hacerlo... Y mientras te acuchillaba con mucha concentración, intentando no cortarme yo, tú no dijiste nada, sólo desapareciste lentamente. Y ahora noto mucho el vacío que has dejado, pero tuve que hacerlo. Por mi bien. Y sé que algún día, muy pronto, volveremos a vernos. Te lo aseguro.


Adiós, mi querida barba!


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yes, you finally could!



Lamento hacer una entrada de política en este, nuestro blog, pero creo que hoy, en cuanto a Dinámica Social, hay algo que tengo que decir "on my way".
Y es que qué ejemplo de pura democracia e ilusión nos ha dado hoy EE.UU (que para una vez que lo hacen, habrá que resaltarlo) independientemente del ganador, en su evento electoral. Mientras yo pasaba la noche soñando que suspendía el carnet de conducir por mirarle el escote a una despampanante examinadora que me había tocado, USA votaba en una larga velada televisada por casi todas las cadenas de nuestro país (supongo que el canal 47 no lo ha retransmitido y habrá preferido echar el porno). Y esta vez, lo ha hecho de una forma diferente. Hace 4 años Bush salía reelegido gracias a su política anti-terrorista basada en infundir el miedo al pueblo (os recomiendo los documentales de Michael Moore) y ahora, en la actualidad, Barack Obama ha ganado vendiendo un sueño, no el miedo. Si Martin Luther King levantara la cabeza se quedaría blanco del asombro. Su discurso, hace años pronunciado, comienza a cobrar sentido y a ahondar en la conciencia norteamericana.
Al parecer, se ha establecido un récord histórico en participación ciudadana en las elecciones (o eso me ha parecido entender antes de tomar el café) y es porque blancos, negros, heterosexuales, gays, latinos, sureños... en fin, el pueblo heterogéneamente americano a decidido salir a la calle y votar por su sueño, y no quedarse en casa con la pistola en la mano. Es que MacCain... tiene cara de buen tipo, que no digo que no, pero tío, mira que usar a Chuck Norris y Arnold Chuacheneguer, alias el "chuache" en su campaña... No desprestigio a Chuck Norris, porque sé que puede venir y pegarme una patada giratoria y dejarme tonto, sino que intento aclarar que me parecía muy patético hacer campaña basándose en la segunda enmienda, la del derecho a tener armas, cuando América sabe que con esa política no han llegado a nada, es más: han caído en crisis (véase el derroche de dólares en la guerra ILEGAL de Irak). Ahora bien, Mr. MacCain, chapeu en su declaración de aceptación de la derrota. Cito no-textualmente, porque no me acuerdo bien de lo que dijo: "Felicito a Obama por la victoria y prometo apoyar con los esfuerzos republicanos a su gobierno. Mis condolencias por la dolorosa muerte de su abuela materna, y mis felicitaciones al pueblo americano, que ha dado un gran paso contra el racismo" (Algo así dijo). Joder, en la vida había visto encajar una derrota con tantísima dignidad, que aquí diríamos "bah, eso se ve sólo en las películas". Lógico, por eso EE.UU es el mayor productor de cine del mundo.

En fin, Obama, machote, feliz y próspero mandato a bordo de la primera potencia mundial. Sé sabedor de que el arquetipo americano ha cambiado gracias a tí. Ya no se os ve como los "comehamburguesas" armados e insolidarios. Ya se os ve de otra manera. Y por cierto, no se escaqueé y pague derechos de autor a la Selección Española de Soccer, como dirán sus paisanos, que gracias a su lema (Yes, We Can = Sí, Podemos!) ha ganado xDD. Curioso, eh?



Qué cojones...?

martes, 28 de octubre de 2008

"Cariño, ¿tú me quieres?"

De nuevo la aún en desarrollo mente de mi hermana (en lo que a la dinámica social se refiere, porque la tipa tiene más de dos dedos de frente) me ha motivado a relatar mi opinión sobre un tema muy candente en las relaciones sociales: los celos. Ahg! No! Bú, bú! Caca! Eso es de antiguos! Sí, sí... y un churrete. La pobre tuvo un instinto básico hace unos días que todos hemos tenido, unos de manera inconsciente y otros por inseguros, por primera vez: poner a su pareja "a prueba". No voy a hacer incapié en los detalles, porque al parecer también me leen sus amigas y, aparte de no querer desvelar la intimidad de mi hermana pequeña, tampoco quiero mostrarles cómo funciona este mundillo, porque aprenderlo así no tiene gracia. El caso es que, inconscientemente, puso a su novio a prueba. ¿Cómo? Intentando ponerle celoso. Y es que muchas veces esas cosas no son premeditadas, casi siempre nacen de intentar gastar una broma; ahora bien, premeditado o no, es una característica del genoma humano. Algún gen tiene que regular eso, porque los celos son puramente instintivos.

Se puede decir que los celos son un tipo de miedo, de ahí su carácter innato. Miedo de qué? De que la pareja se desestabilice. Se desestabilice, cómo? Ah, mireusté, pues de muchas formas. Ver a tu novia hablar con otro tío con mucha emoción, puede ponerte celoso. Que ella se deje abrazar por unos o por otros como si fuese la prima de todo el mundo, puede ponerte celoso. Que le dedique más tiempo a otra gente que a tí, sí, puede ponerte celoso. Que te la encuentres en la cama con otro, dando vueltas de campana mientras el otro la cog..., bueno, es igual, también puede ponerte celoso. Y es normal, oye. Es porque tienes miedo a que el vínculo que habéis formado se esté fracturando. Los celos son sanos, están orientados a reparar. Ahora bien, la forma de manifestarlos de algunos deja mucho que desear a la reparación...

Dicen que los tíos somos más celosos que las tías porque tenemos un carácter dominador, de marcar territorio. Vamos, que sólo nos falta mearnos en un pantalón suyo para que otro macho capte nuestro olor y se retire sin intentar nada. Qué va, hombre! Ellas también son celosas, y mucho! Lo que pasa es que nosotros somos un poco más cortitos y no notamos cuando su instinto posesivo se activa. Imagínense una pareja viendo en el televisor una peli del Van Damme, un tío cachas con un sólo objetivo: Salvar al mundo. Obviamente, el chaval es superior a nosotros, y qué le decimos a nuestra pareja? "Joder, cómo reparte hostias el Van Damme!, verdad cariño?" De repente, anuncios. Volvemos en 5 min. Y sale la tía escultural de los anuncios de crema hidratante, dándosela por los muslos y sonriendo. "Pues se echará mucha crema, pero tiene estrías y piel de naranja... y cierra la boca que estás encharcando la alfombra". Este ejemplo es un poco improvisado, porque básicamente, no creo que haya una sola tía a la que le guste una peli de Van Damme.

Y muchos más ejemplos. Los tíos es que no sabemos disimular los celos demasiado bien, pero ellas sí, y a menudo no lo reconocen, porque son más listas. Vas por la calle con ella y te paras a saludar a una amiga. Charlas un rato con ella y te despides. Al rato: "Quién era esa?" "Una amiga de clase" "Y os conocéis mucho?" "De clase" "Cómo se llama?" "Paula" "Tienes su número?" "Sí, mira: Paula clase". Si ese día no termina preguntándote "Cariño, ¿tú me quieres?", desconfía...

Pero estamos llevando al límite los ejemplos para que resulte más apreciable la idea de los celos. No es mi intención descalificarlas ni a ellas ni a nosotros, sino defender los celos. Pues sí, yo cuando una tía me dice "no me gustan los tíos celosos", no me lo creo y si me dice "yo no soy celosa", nunca me plantearía tener algo con ella. Porque a mi eso del amor liberal... no me va. Que no te gusta cerrarte ninguna puerta, pues perfecto, pero no lo llames amor, llámalo por su nombre: Sexo sin compromiso. Y ya de paso, no tengas pareja, porque no tendría sentido a menos que seas mormón. Los celos son sanos, innatos, y algo que nos diferencia del resto de muchos animales y que fortalece las relaciones. Si todos nos quisiéramos unos a otros y fornicáramos sin temor a represalias, se habría inventado el Romanticismo? La música? La poesía? La bandurria que se toca debajo de los balcones? Es más, existiría la tuna? NO HABRÍA TUNA! QUÉ DESASTRE! De quién haríamos chistes? De qué hubieran vivido Jesús Puente e Isabel Gemio? Amigos, los celos son un medicamento para la relación, así que tómenlo, pero con moderación, y cuidado con los efectos secundarios. Sean felices y celosos.

Dedicado a Rafa y Gema, que aún no se medican y sin embargo tienen una relación que da gusto verla. Un abrazo.

Yo sé lo que es el amor, y el amor no se comparte con todo el mundo. Amar es desconfiar, amar es temer, amar es exigir, amar es codiciar. Amigos míos, no existen los grandes amores sin que haya grandes celos. ¡Os amo, cachos de carne!
Bender Doblador Rodríguez

domingo, 19 de octubre de 2008

El sentido de la vida


"Agu, para tí, ¿cuál es el sentido de la vida?", me preguntó mi hermana pequeña hace unas cuantas noches. "Silvia, ¿te has fumado un porro? ¿A qué viene esa pregunta?" le dije, haciendo gala de mi infravalorado humor ácido. "No, idiota, es para un ejercicio de Ética", replicó la más pequeña de los tres hermanos. Ética. Moral. ¿Dónde ha quedado todo eso, desde que la fuente principal de la que emana la educación es la televisión o Don Google? Me pareció una pregunta inusual para una niña de 15 años, así que mientras buscaba una explicación sencilla sobre qué es el sentido "standard" de la vida, esa vocecilla de mi interior, pervertida por la cerveza, la sociedad actual y mi muy amado sentido varonil me dijo "El sexo, claro. Ese es el sentido de la vida. Acuérdate del Sábado..." Pero por suerte mi conciencia reaccionó como el Madrid, en el último momento. Mi hermana pequeña me estaba preguntando para qué vale la vida, y por qué merece la pena vivirla. Dadas las circunstancias tuve que meditar sobre el hecho...

¿Y cuál es el sentido de la vida? ¿Hay o debe haber uno único, o cada uno le da sentido a su vida a su manera? Por un lado tenemos las corrientes religiosas, pobres borregos que necesitan que alguien les diga qué es lo que tienen que hacer y de los que personas "hieresensibilidades" como yo no tenemos más remedio que compadecernos. El sentido de la vida es la Fe Ciega, según la religión. Y ciega con mayúscula, como el amor. El creyente vive para complacer a su dios o dioses, según dictan sus "representantes", aunque con ello tengan que arriesgar su propia felicidad. Que le pregunten a Abraham, el de la Biblia. Sin embargo, para esta gente, el hecho de que hay una mano directora que maneja sus vidas y que es todopoderosa y bondadosa al máximo, les produce un efecto sedante. Si son buenos, al cielo; si no, a tomar por culo. Ser una buena persona les ayuda a acercarse a su Dios y, de alguna manera, autorrealizarse. "Tranquila señora, su marido ya está con el Señor" "Ah, bueno. Me quedo más tranquila" "Eche usted, eche usted dinero en el cepillo, no sea que descontente al Señor" "Uy! Dios me libre! Tome, tome" Borregos. Sedados. La religión es, ha sido y será el Opio del Pueblo. Hay otras formas de creer en un Dios sin tener que alimentar al cabrón obeso del obispo.

Por otro lado, la filosofía ya se encargó de elaborar teorías al respecto. "Pues deberías hablar de la pirámide de necesidades de Maslow, nena" le dije a mi hermana tras haber meditado un rato. Se produjo un silencio incómodo y caí en la cuenta de que tenía que explicarle que carajo era eso.
"Es una pirámide dividida en 4 escalones. En el más bajo, el más necesario, está la Supervivencia. Para vivir, el hombre necesita ante todo sobrevivir. Luego está el siguiente, donde creo recordar que estaban la necesidad de la seguridad, la vivienda y la propiedad. El tercero esta regido por el altruísmo (que nadie me corrija, porque me va a dar igual), las acciones desinteresadas que nos llevan al cuarto y último escalón: la Autorrealización, el sentirse bien con uno mismo. Sobre este último deberías hablar. Yo creo que Maslow intentaba decir que el sentido de la vida es ir escalando esta pirámide para llegar al último, que es como una especie de estado de éxtasis. Cuando uno está bien consigo mismo, no necesita nada más nena" "¿Me lo dictas?"

Yo creo que a Maslow se le escapó algo, y es que las acciones desinteresadas no existen. Cualquier acción, por solidaria que sea, trae consigo el hacernos sentir mejor con nosotros mismos. Además, creo que este final de etapa, la autorrealización, encaja a la perfección con el nuevo y moderno concepto que se está creando del "Karma", gracias a la serie "Me llamo Earl" o a un servidor que ha sabido sacar provecho de ello (ya os contaré cómo ;D ) Aunque el Karma es más bien religioso, proveniente de doctrinas orientales, tiene un concepto filosófico que merece la pena analizar, que es la ley causa-efecto. Si tú haces una acción buena, una fuerza "cósmica" o el Karma en sí te recompensará; sin embargo si eres egoísta, vanidoso, sobervio y gilipollas esta fuerza cósmica te terminará pasando factura. Obviamente, un hombre de ciencia como yo no cree tales patrañas. Pero al igual que con Maslow, creo que al Karma también se le escapó algo, y es que esa fuerza cósmica no es una fuerza sobrenatural, es nuestra propia conciencia. Cuando alguien hace algo bueno, por ayudar, con el corazón, da igual lo que pase después, se sentirá feliz. Y siendo feliz, cualquier cosa nos emociona. Desde un atardecer, un beso prestado o la llamada de un amigo. Cambia el color del cristal con el que se mira, como decía Campoamor. Y es que uno, cuando tiene limpia su conciencia, ve todo de color de rosa (menos yo que lo veo rojo, porque soy un machote). En fin, con todo esto expuesto, comencé a dictarle a mi hermana (ya me castigará el Karma, por hacerle los deberes yo a mi hermana...)

"¿Lo tienes todo?" "¿Sí, ya está?" "No Silvia, añade una conclusión, que siempre queda mejor" "Vale" "Venga, apunta:"


En conclusión, y desde mi punto de vista, el sentido de la vida no es otro que el de vivirla. No se puede vivir cuando tu vida no tiene sentido. Y, para vivirla, vamos preparando un camino que nosotros mismos escogemos y del cual luego nos arrepentimos o nos alegramos. Pero lo que es seguro es que ese sentido lo creamos nosotros, siempre con el fin de llegar a una meta: la satisfacción personal, unos de un modo y otros de otro, y sentirnos completamente realizados. Lo demás, poco importa.

viernes, 27 de junio de 2008

La Universidad de la Vida

Hoy se ha ido mi compañero de piso. Estudiante de Séneca, vino un buen día de Octubre con la intención de cursar un año de su carrera en Cáceres procedente de Tarragona para, finalmente, abandonar la disciplina (irónicamente) cacereña en Junio. No hace más de un año, por estas fechas, mi primer compañero de piso también regresaba, esta vez a Brasil. Él sólo estuvo un cuatrimestre, mi compañero actual un año, pero es sorprendente la forma en la que influyeron en mí en tan cortos períodos de tiempo.

Llevo dos años cursando la carrera de Magisterio, especialidad de Lenguas Extranjeras en la ciudad de Cáceres y en estos dos años no he cuajado una estancia estable. Dos años, dos pisos, dos compañeros. Sin embargo, mi experiencia universitaria está siendo plenamente grata. Obviamente no me refiero a los estudios -cómo hacerlo si soy más perro que un charco-, me refiero al desarrollo de otros valores que nada tienen que envidiar a la disciplina, la cultura o el conocimiento; me refiero a la convivencia, la tolerancia, la amistad, el respeto; asignaturas dignas de pertencer a la Universidad de la Vida y, en cierto modo, mucho más importantes que otras cualesquiera. ¡Y vaya experiencia! En el primer año un brasileño loco que se refería a la gente como "cabrón" (la primera palabra coloquial que aprendió, y buen uso hizo de ella) y que tenía una filosofía de vida basada en el optimismo, la humildad, las pequeñas cosas y el respeto mutuo. Estudiante de Historia del Arte, el carioca tenía un pico de oro. No podía dejar de escuchar todo lo que me contaba acerca de Brasil, la samba, la vida o las mujeres. ¡Y cómo se emocionaba por montar en un autobús articulado, ganar un partido de Pro o recibir un e-mail de su familia! Pero lo que realmente me chocó de su personalidad es el simbolismo que emanaba. Cómo una postal, un souvenir, una camiseta de la Roja o una foto eran transformados en representaciones de la nostalgia, el recuerdo, el amor a España o la amistad con un gaúcho. Cómo una bandera de Rio Grande del Sur casi me hizo llorar (porque yo no lloro, soy un machote) en la estación de autobuses, cuando se iba y dejaba tras de sí una época inolvidable que, quién sabe, será revivida un año de estos.

El catalán era de otro estilo. A él le gustaba exprimir la vida hasta dejarla sin una gota. Y congenió bien conmigo, porque también era bastante perro. Le gustaba ver series en VO de la tele americana y escuchar grupos de rock como los Jeevas, Kings of Leon o cualquiera de los otros grupos que he descubierto este año gracias a él. Era un vividor; con sólo 24 años ya había estado en muchos de los lugares más interesantes del mundo, como Nueva York, Los Ángeles, Londres o Roma. Con él aprendí esencialmente cómo ser un "chowman". Os la recomiendo, es una interesante especie.

Recapitulando, me gusta cómo funciona el ser humano por la facilidad que tiene para complementarse con otros. Me gusta cómo nacemos, crecemos, convivimos y finalmente perecemos. Cómo en el camino de la vida cada uno va encontrando otros transeúntes que te ayudan a elegir una dirección u otra, te previenen sobre lo que puedes encontrar más adelante y, en definitiva, facilitan tu travesía. Le dedico esta primer entrada a todos mis amigos; y a los tuyos, lector, y a todos aquellos que, como yo, sigan estudiando en la Universidad de la Vida. Un abrazo.

Para estar siempre al día...